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15,68 €El pueblo de Israel gritaba a su Dios en demanda de liberación cuando se sentÃa agobiado por la esclavitud egipcia; de igual manera, nuestras comunidades creyentes han gritado y siguen gritando a su Padre Dios pidiendo salvación. Yahvé escuchó los lamentos de su pueblo y bajó a liberarlos; de igual manera, Dios escucha los gritos del hombre de hoy y ha bajado a salvarlo por medio de su hijo Jesucristo. El pluralismo religioso que nos ha tocado vivir se puede considerar como una expresión del hombre que busca la salvación.
La salvación de Dios llega siempre a los hombres y mujeres a través de mediaciones concretas que, sin duda alguna, no agotan dicha salvación, pero sin las cuales no podrÃa tenerse una experiencia salvÃfica. Asà lo atestigua toda la tradición bÃblica y patrÃstica, cuando se habla del Exodo, del Reino de Dios, de la paideia de los padres griegos, de satisfacción en categorÃas jurÃdicas. Actualmente, se ha vuelto a dar mucha importancia a tales mediaciones cuando se habla de polÃtica, de ética, de ecologÃa, de liberación humana. Lo que preocupa es si estas u otras mediaciones pueden comunicar la salvación de Dios en Jesucristo o están viciadas por intereses egoÃstas del hombre. El EspÃritu puede suscitar otras tantas mediaciones, pero ¿cuáles son? La tarea es un buen discernimiento para identificarlas y poder, de esta manera, seguir hablando de salvación de una manera real y concreta.