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9,74 €"Nunca creí que Dios pudiera hablarme. Hasta que llegó aquella tarde del mes de Septiembre. Me hallaba en cama, resfriado y agradecido de poder quedarme un día entero sin tener que poner bloques de hormigón..." Con estas sencillas palabras expresa Ken Carey su estado de ánimo previo a la gran revelación objeto de este libro.