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5,65 €Una de las cosas más difÃciles, sobre todo en un adolescente, es aceptar lo que no se espera. El dolor fÃsico se introdujo en la vida de Alexia súbitamente, sin pedir permiso, cuando ella tenÃa trece años.Pero encontró un ánimo preparado para la lucha. Una fuerza misteriosa y divina, que daba alas al espÃritu de esta niña para aceptar sencillamente lo que Dios le daba.Gracias a la profunda religiosidad que le inculcaron sus padres, esta niña pudo soportar sin quejarse apenas una enfermedad que la tuvo postrada durante meses. Porque sabÃa que su destino estaba escrito y deseaba ir donde Dios quisiera llevarla.