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15,68 €Rainer Maria Rilke mantuvo una peculiar y nunca interrumpida correspondencia navideテアa con su madre, Sophie Entz, desde 1900 --cuando se establece en la colonia de artistas de Worpswede, cerca de Bremen-- hasta 1925, aテアo anterior a su fallecimiento.
Estas cartas sobresalen por la homogeneidad de su contenido y tono respecto de la ingente correspondencia que el poeta enviテウ a su madre, con quien tuvo una relaciテウn cuanto menos problemテ。tica. Estテ。n escritas con gran delicadeza lingテシテュstica y contienen algunos rasgos conmovedores: son firmadas siempre por ツォRenテゥツサ, nombre usado solo en el テ。mbito テュntimo; aテアo tras aテアo se menciona el compromiso de pensar uno en el otro a las seis de la tarde de la vテュspera de Navidad; la correspondencia nunca se interrumpiテウ, ni siquiera durante la guerra.
Rilke considerテウ siempre sus cartas como un ejercicio literario de introspecciテウn. Al estar テゥstas centradas en la Navidad, son de particular interテゥs para entender el sentimiento religioso del poeta. Como seテアala Antonio Pau en el epテュlogo, Rilke ツォestuvo siempre en lucha con Dios, y no una noche, como Jacob con el テ。ngel, sino toda su vida; (...) quizテ。 por eso Rilke, aunque no le entendamos, ha sido uno de los hombres mテ。s autテゥnticamente religiosos que han existidoツサ.