GONZALEZ POLA DE LA GRANJA, PABLO
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20,90 €AntologÃa de los artÃculos del Grupo Tácito Edición y notas Pablo González-Pola de la Granja. En 1968, el Presidente de la ACdP, Abelardo Algora, planteó la necesidad de elaborar ideas y fórmulas para llegar a establecer una democracia respetuosa con los derechos humanos y de agrupar personas que pudieran aplicar esas ideas. Tras varios ensayos sin fruto se constituyó el Grupo Tácito en el edificio del CEU sito en Madrid, Juliá n Romea 23. Allà mismo, y también en el contiguo Colegio Mayor de San Pablo, inició su andadura. Como es caracterÃstico de la ACdP, lo que se ponÃa en marcha querÃa estar abierto a otras gentes afines. Trabajando con flexibilidad, seleccionando semanalmente un borrador entre los varios que siempre se aportaban, reuniéndose unos pocos voluntarios para debatir el texto con el Ponente y publicando un artÃculo semanal, primero solo en el YA y luego en unos veinte periódicos, Tácito fue produciendo ese necesario pensamiento para el futuro y adquirió un cierto prestigio. No podrÃamos clasificar a Tácito con la moderna etiqueta de «Think Tank», porque siempre pensamos que nuestro objetivo iba algo más allá de la creación de doctrina e incluÃa el nuclear a personas dispuestas a implementar las soluciones elaboradas, cuando llegara la oportunidad. (del prólogo de José Manuel Otero Novas) Puede decirse que el Grupo Tácito arranca de la preocupación de muchos miembros de la Asociación Católica de Propagandistas de que la evolución democrática no se abrirÃa camino mientras las únicas fuerzas organizadas fueran, de una parte, las que desde la legalidad propugnaban el continuismo, y de otra, las que trabajaban por la ruptura desde la clandestinidad. Muchos de nosotros hicimos cuanto pudimos para grandes componentes: un gran sector conservador, liberal y democristiano, y otro socialdemócrata y socialista. Y fue Abelardo Algora, presidente de la ACdP, quien nos acogÃa con gran frecuencia para que cambiáramos impresiones y pudiéramos preparar algo del futuro. De aquel grupo de amigos o conocidos, unos no tenÃan un compromiso polÃtico concreto, pero sà inquietudes polÃticas; otros habÃan participado o participaban en puestos de la Administración, en las Cortes, en el Consejo Nacional, y un tercer grupo estaban comprometidos formalmente con la democracia cristiana y se habÃan distinguido por su actitud de oposición, con consecuencias, en algunos casos, de detenciones y confinamientos. Pero todos compartÃamos unos determinados propósitos para después de cumplirse las previsiones sucesorias, aunque discrepábamos en las actitudes tácticas del momento. Tras varias reuniones en la biblioteca del CEU, discutimos cómo se podÃan dar a conocer nuestras ideas, y llegamos a la conclusión de que el mejor método era aprovechar nuestra cercanÃa a la Editorial Católica y publicar un artÃculo semanal inicialmente en el Ya. VerÃamos más tarde si podÃamos ampliar nuestra presencia a todos los periódicos de la cadena de la editorial y a los del grupo Colpisa, como efectivamente sucedió. (del epÃlogo de Marcelino Oreja Aguirre)